DIM, para dejar el chat y el sofá

TRAS SU PASO por Hungría, el defensor antioqueño César Quintero quiere volver a jugar con el Medellín. Cuenta sus días en un pequeño poblado, en el que tenía poco o nada por hacer. Espera arreglar el contrato para quedarse.

Sus días fueron tan aburridos que rompía la monotonía durmiendo en el sofá. "Aprendí mucho de otro fútbol, y en lo personal, a manejar la soledad. Fue de mucho crecimiento, pero también de mucho dolor", anota César Quintero, quien hoy busca una nueva oportunidad con el Medellín.

Hace un año, César empacó maletas y se fue para el Lombard Papa, un club de la primera división de Hungría, en el que jugó la temporada.

Llegó por recomendación de Emre Kocsis, un exfutbolista con muchas relaciones en Colombia. Y con la propuesta, no lo pensó dos veces. "No tenía mucho espacio en Colombia, y decidí aceptar las cosas", sostiene Quintero, quien es lateral derecho de la cantera del DIM.

Sus días fueron duros. No alcanzó a aprender el húngaro, y de inglés, poco él y poco sus compañeros. Por lo que sus días pasaban en el entrenamiento y frente al computador. "Estaba en el chat constantemente, en contacto con la familia. Tengo una esposa y una hija, por lo que se hace más duro. No podía ni ver televisión, porque poco entendía. Solo fútbol y ni modo de aprender sobre quienes jugaban", dice Quintero, que tiene 22 años recién cumplidos, y solo ha jugado en el DIM.

De Papa, la ciudad en donde está el club, recuerda que es muy pequeña, con algo más de 30.000 habitantes, y con poco entretenimiento. "Para cambiar la rutina dormía en el sofá. Fue realmente difícil".

Hoy César tiene el visto bueno del técnico Édgar Carvajal para quedarse en el DIM. Solo le resta arreglar con el club para rescindir el contrato y quedarse en el Medellín. Todo para no volver a la rutina del sofá.

No comments :

Post a Comment