Luego de superar la rotura del talón de Aquiles que lo dejó por fuera de las canchas durante seis meses, César Valoyes espera, ansioso, su regreso a la competencia. Dice que experimenta la misma sensación del día de su debut como profesional y está convencido de que 2011 será su mejor año con el Medellín, al que le quiere aportar los goles que dejó de hacer durante su incapacidad.
A pesar de la adversidad -estuvo casi tres meses con su pie izquierdo enyesado y sin poderlo asentar- la sonrisa nunca se apagó en este futbolista nacido en Bahía Solano. Su fe en Dios, el apoyo familiar y las voces de ánimo de la gente del club, con la que está agradecido, hicieron que el tiempo transcurriera rápido y derrotaron la tristeza que en muchos momentos se asomó en su cuarto.
Durante la convalecencia César tuvo largas horas de reflexión sobre la vida y el fútbol. Hoy, cuando se enruta con sus compañeros en busca de la reivindicación en el torneo colombiano, relata que "cuando uno está jugando tiene que valorar más la profesión".
Por momentos se sintió aislado y extrañó la presencia de algunas personas que en los buenos momentos lo habían rodeado. Por eso reitera que el jugador debe entregarse en la cancha y entender que el fútbol brinda muchos beneficios y "eso, a veces, no se valora".
Para retribuir en parte el cariño de sus compañeros les aconseja y les dice que el futbolista debe darlo todo en cada partido como si fuera el último, pues en cada juego se arriesga todo.
La llegada de Jaime Castrillón, Juan Guillermo Baena y Samuel Vanegas, entre otros, le genera optimismo a Valoyes de cara a la Liga Postobón I. Confía en que el Medellín no sufrirá por falta de goles y recoge el pensamiento de todo el plantel: "estamos convencidos de que hay nómina para pelear el título, porque el equipo juega bien y tiene la sorpresa que el Pánzer quería.
A pesar de la adversidad -estuvo casi tres meses con su pie izquierdo enyesado y sin poderlo asentar- la sonrisa nunca se apagó en este futbolista nacido en Bahía Solano. Su fe en Dios, el apoyo familiar y las voces de ánimo de la gente del club, con la que está agradecido, hicieron que el tiempo transcurriera rápido y derrotaron la tristeza que en muchos momentos se asomó en su cuarto.
Durante la convalecencia César tuvo largas horas de reflexión sobre la vida y el fútbol. Hoy, cuando se enruta con sus compañeros en busca de la reivindicación en el torneo colombiano, relata que "cuando uno está jugando tiene que valorar más la profesión".
Por momentos se sintió aislado y extrañó la presencia de algunas personas que en los buenos momentos lo habían rodeado. Por eso reitera que el jugador debe entregarse en la cancha y entender que el fútbol brinda muchos beneficios y "eso, a veces, no se valora".
Para retribuir en parte el cariño de sus compañeros les aconseja y les dice que el futbolista debe darlo todo en cada partido como si fuera el último, pues en cada juego se arriesga todo.
La llegada de Jaime Castrillón, Juan Guillermo Baena y Samuel Vanegas, entre otros, le genera optimismo a Valoyes de cara a la Liga Postobón I. Confía en que el Medellín no sufrirá por falta de goles y recoge el pensamiento de todo el plantel: "estamos convencidos de que hay nómina para pelear el título, porque el equipo juega bien y tiene la sorpresa que el Pánzer quería.
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